Santiago Madrid Presentación Libro

Santiago Madrid Liras es psicólogo en el ámbito clínico, mediador penal, familiar y en organizaciones con más de 20 años de experiencia. Es director y fundador de la ‘Revista de Mediación’.  Además, es presidente y fundador del Instituto Motivacional Estratégico (Imotiva). ‘Intervención Motivacional en Conflictos’ es su nuevo libro, que presenta el próximo miércoles 29 de enero en el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. 

¿Qué podemos encontrar en su nuevo libro, ‘Intervención motivacional en conflictos’?

Una guía práctica de intervención en situaciones de conflicto interpersonal, que centra especialmente la atención en los aspectos motivacionales. El fin es que el profesional vea propuestas que puedan servirle para facilitar que las partes pasen desde posiciones muy cerradas e incluso oposición a sentarse para abordar el conflicto de forma constructiva, a posiciones de mayor apertura y mejor disposición.

Este es su segundo libro, ¿qué le ha llevado a lanzarse en este nuevo proyecto?

Además de que escribir es una de mis mayores pasiones y ya tenía “mono” desde que a  mediados de 2017 acabé el libro anterior, tanto compañeros de profesión como alumnos de cursos de postgrado de mediación y resolución de conflictos me habían comentado que desearían un texto más sencillo que el primero que pudiera servirles de guía para intervenciones prácticas. Y ese es el fin de este libro, que pueda serles de ayuda a los compañeros ya en activo y a los futuros mediadores.

Libro Intervención motivacional en conflictos¿Qué claves se pueden encontrar sobre la mediación en su nueva publicación?

En este libro, me he dejado llevar mucho más por la metáfora, el trabajo desde la externalización en línea con la propuesta de Michael White y la imagen. De hecho, cuenta con ilustraciones brillantes de un gran artista, Alberto del Castillo, que inicialmente iban a ser un mero apoyo visual de toda una serie de personajes que fueron apareciendo en mi mente, primero, y en el papel, después; las ilustraciones han acabado siendo más protagonistas que el mismo texto. Creo que el resultado final ha superado las imágenes iniciales, gracias al trabajo en equipo que Alberto y yo hicimos, comentando el texto y las imágenes, y buscando conjuntamente detalles que reforzaran las ideas que queríamos señalar. Por ejemplo, fue idea del ilustrador que el personaje a la que llamé “Ilusión de Victoria” estuviera hueca. Es brillante.

Por otro lado, este nuevo texto es un intento de simplificación respecto a la propuesta anterior, en línea con lo que algunos compañeros me habían solicitado.

¿Cómo crees que ha evolucionado el conocimiento de la mediación en la gente de a pie?

Hay grandes déficits. Por un lado, ha faltado empuje y apoyo por parte de las instituciones; por otro lado, los profesionales hemos tendido a un exceso de endogamia, gremialismo y autocomplacencia. Los mediadores estamos “encantados de conocernos”. Es verdad que el entusiasmo era necesario en los primeros momentos para hacer campaña a favor de la mediación, pero quizás nos ha faltado profundizar en por qué hay tantos casos que no pasan de la sesión informativa. Ese es el motivo por el que yo personalmente me he querido centrar en esas reticencias lógicas de las partes a participar en un proceso que puede ser duro para ellas: sentarse frente a aquel al que detesto para hablar de qué queremos hacer con lo nuestro.

¿Qué aporta la mediación motivacional? ¿En qué se diferencia con la mediación clásica?

Siempre he insistido en que “mediación motivacional” no es un modelo cerrado que se presenta en contraposición a los modelos clásicos. Todo lo contrario. El planteamiento es congruente con la propia filosofía de la mediación: todos suman; el “win-win” tradicional. Incorpora y reivindica como gran aprendizaje todo lo que los distintos modelos de mediación nos han planteado, y suma otras propuestas de intervención que, desde mi experiencia, me han resultado muy prácticas. El planteamiento es contrario a la idea de “o conmigo o contra mí”, o se sigue esta propuesta o se es un hereje. Yo mismo la sigo cuando me viene bien, y cuando no, no. Y lo que planteo hoy, puede ser sólo el primer escalón de lo que plantearé mañana. 

Muchas gracias, Santiago.